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¿TU RELACIÓN VA TAN MAL QUE ESTÁS PENSANDO EN ACABARLA? ¿TIENES PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN? ¿O… QUIZÁS DE COMPRENSIÓN?

Cuando ya no hablas ni compartes con tu pareja, necesitas un especialista que pueda ayudarte a superar los obstáculos de tu relación. Esta ayuda es imperiosa si ya no existe ninguna complicidad, puesto que dentro del contexto de una pareja, es fundamental estar juntos física y mentalmente, entenderse y completarse mutuamente.

La existencia de situaciones de conflicto y tensiones no resueltas, afectan la vida de la pareja.

Al principio todo estaba bien, vivías una relación armoniosa y sin obstáculos. Luego y con el paso de los meses y los años, sentiste una degradación dentro de tu pareja. Surgieron repetidas crisis, bloqueos sexuales, falta de comunicación o incluso infidelidad, muchos factores que, solos o juntos, te hacen dudar sobre el futuro de tu relación.

A menudo las relaciones de pareja, siguen el siguiente proceso: Atracción a primera vista, amor, rutina, conflictos, colapso, separación y divorcio. ¿Por qué estas relaciones íntimas que nosotros hemos elegido nos llevan a estos estados tan dificultosos? La pareja nunca ha parecido tan frágil como hoy, a pesar de que la libertad de unión a menudo permite un comienzo emocionalmente intenso en una relación. Entonces, ¿por qué tanta separación y tanto sufrimiento? ¿Existen métodos o aprendizajes para resolver los conflictos en una pareja?

El problema no está en discutir. Todas las parejas lo hacen.

El problema ni siquiera es enojarse. Eso también ocurre en todas las parejas y en cualquier tipo de personas.

El problema tampoco es un comportamiento especifico que nos desagrada en el otro/a. Este hecho reside en la naturaleza de las relaciones humanas y acarrea que no siempre estamos de acuerdo con los comportamientos individuales. Como consecuencia, los criticamos y les pedimos que se comporten de manera diferente. El problema radica en las críticas que, quizás comenzando en un problema específico, terminan concerniendo a la otra persona en su personalidad/esencia. Es decir, el problema radica en criticar a la otra persona por lo que es, no por lo que hace.

La pareja mantiene relaciones que se enfrentan a una amplia variedad de situaciones: responsabilidades, tareas diarias, crianza de los hijos, sexualidad, relaciones con suegros, preocupaciones profesionales, salud,… Todo esto implica un cierto conocimiento en términos de comunicación, manejo de emociones, empatía, rango de comportamientos a adoptar…

Y sin embargo, a pesar de las dificultades, nuestra necesidad de una pareja es tal que partimos nuevamente a la búsqueda de una nueva persona con quien compartir la vida y con la total seguridad de que nos hará plenamente felices.

Es en estas tormentas, estas frustraciones, estos colapsos a veces, que el psicólogo puede ayudarte a centrarte en la comunicación, la capacidad de expresar necesidades y emociones, la expresión o resolución de conflictos, comprender el comportamiento de los demás, el perdón, la culpa…

A veces, mi acompañamiento, tiene como objetivo ayudar a vivir mejor la separación. Eso ocurre, si el comportamiento de uno de los dos parece patológico o crea demasiado sufrimiento en el otro. En esas condiciones, se vuelve vital encontrar el recurso para romper definitivamente.