Sicologia


Hacer el viaje “hacia adentro” no significa que estés roto. Por el contrario, significa que finalmente estás dispuesto a tomar conciencia de lo que no funciona y poner los medios para transformar tu propia vida. Mi responsabilidad no es cambiarte. La transformación es tuya. Mi trabajo es guiarte a través del proceso y ayudarte a vivir tu vida  plenamente y en su máximo potencial. Y a este proceso, le llamamos psicoterapia. 

La psicoterapia nos permite ofrecer al paciente un espacio donde pueda explorar sus pensamientos y emociones en un entorno protegido, seguro, reservado, empático y sin prejuicios. 

El propósito de la psicoterapia es mejorar los síntomas, aliviar el sufrimiento y ayudar a las personas a encontrar un significado en sus vidas. 

Dentro de este espacio,  es evidente que no podemos modificar el pasado, sea cual fuere, el responsable de los conflictos, pero también queda de manifiesto, que no estamos satisfechos con nuestro presente y queremos mejorar el futuro.  

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC), intenta aliviar el sufrimiento y mejorar los síntomas lo más rápido posible. Es una terapia breve que tiene como objetivo reemplazar las ideas negativas y los comportamientos desadaptativos con pensamientos y reacciones que reflejan la realidad. Juntos, identificaremos y comprenderemos los problemas, basados en tres elementos psicológicos: emociones, pensamientos asociados y comportamientos. Este enfoque psicológico se centra en las dificultades del aquí y ahora. 

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) ayuda a superar gradualmente los síntomas incapacitantes: estrés, inhibiciones, reacciones agresivas, sufrimiento mental, angustia…

Se trata de un enfoque centrado en el paciente, cuya intención es desarrollar un conocimiento más profundo de la persona y de cómo funciona a nivel cognitivo, emocional y conductual. La finalidad es reconocer patrones disfuncionales y encontrar alternativas más funcionales. No solo se trata de cambiar el comportamiento externo (los síntomas) sino de identificar sus causas subjetivas (pensamientos, creencias negativas, sentimientos, emociones): esto es esencial para recuperar la fuerza personal y el bienestar, alcanzar un nuevo equilibrio y lograr un cambio estable.  

Resumiendo, nuestros pensamientos, comportamientos y emociones, se relacionan constantemente entre sí. La forma particular y única que usamos para interpretar las cosas que nos suceden, tiene una influencia muy fuerte en cómo nos sentimos y cómo reaccionamos. No es la situación en sí misma la que genera angustia, sino la interpretación específica que hacemos de ella. Nuestros pensamientos y creencias generalmente están enraizados en nuestras experiencias pasadas, a partir de las cuales, hemos inferido nuestro conocimiento sobre cómo funciona el mundo y lo que debemos esperar. Pero, a veces, puede suceder que estas creencias y expectativas se apliquen de manera rígida, inflexible y generalizada, creando angustia. En consecuencia,la terapia tendrá como objetivo reconocer y cambiar esas creencias que causan angustia y aquellos comportamientos particulares que pueden mantener o empeorar el problema.

¿En qué puedo ayudar?

  • Angustia y ansiedad generalizada
  • Trastornos de personalidad
  • Miedos y ataques de pánico
  • Estrés y fatiga excesiva
  • Depresión y bajo estado de ánimo
  • Trastornos emocionales generalizados
  • Déficit en autoestima y autocrítica destructiva
  • Fobias
  • Somatización e hipocondrías
  • Trastornos alimenticios
  • Problemas con adolescentes  
  • Tristeza, pena y duelo por cualquier tipo de pérdida
  • Problemas de pareja o con las relaciones de amistad o con la familia
  • Problemas en el trabajo o en el estudio
  • Dificultad para comer, dormir y control de los impulsos
  • Problemas con una etapa determinada de la vida
  • Déficits en habilidades sociales
  • Malestar psicológico generalizado