BIENVENIDO/A

• ¿Estás confundido sobre cómo avanzar en la vida?
• ¿Te invaden los pensamientos negativos?
• ¿Las situaciones y acontecimientos de la vida cotidiana, te producen insomnio, irritabilidad, o tensión muscular?
• ¿Tienes dudas en tu relación de pareja?

Buscar ayuda o apoyo, no siempre es fácil.

Todos deseamos tener una vida plena, grata y satisfactoria, pero desgraciadamente nos vemos obligados a enfrentarnos con regularidad a las dificultades: problemas de pareja, el estrés, dificultades económicas, la angustia, la depresión, la muerte de un familiar, conflictos relacionales,…

Hay muchas razones para buscar un psicólogo. A veces, no se trata de un solo problema, sino una combinación de muchos aspectos de la vida o un sentimiento más o menos vago de que las cosas no son del todo buenas.

La mayoría de las veces, tomar la decisión de buscar ayuda, implica un proceso de reflexión y la conciencia de no estar bien, pero también están involucrados el dolor y la incomodidad emocional.

Las terapias psicológicas permiten la adquisición de equilibrio emocional e interpersonal, promueven el bienestar psicológico y orientan hacia el cambio y la resolución de problemas. El fin del trabajo terapéutico es fomentar la capacidad de vivir con serenidad y equilibrio nuestras vidas. La psicoterapia nos ayuda a organizar nuestros pensamientos y sentimientos.

La psicoterapia no trata de suprimir, enmascarar o encubrir las sensaciones o síntomas con distintas técnicas. Se trata de reconocer y hacer frente a nuestras dificultades, y, cuando sea necesario, aprender a vivir con ellas. No se trata de intentar evitar todo el sufrimiento de la vida, sino más bien aprender a aceptar de buena gana y vivir con él, hasta cierto punto. La psicoterapia tiene tanto que ver con la aceptación de uno mismo, de su propia historia, de sus propios sentimientos, de los pensamientos e impulsos, como tiene que ver con el cambio. Solo cuando nos encontramos con el coraje de aceptar nuestra realidad, incluyendo hechos existenciales del sufrimiento, la tristeza, la soledad, el destino y la muerte, es decir, cuando aceptemos la vida en sus propios términos, seremos libres para que sea más significativa, plena, amorosa y creativa.

En cualquier caso, nunca es demasiado tarde para volver a encontrar el equilibrio en nosotros mismos.

Mi filosofía es ayudar a las personas a ser capaces de conocer mejor su pensamiento, comportamiento, respuestas y sentimientos, para que en última instancia puedan vivir una vida más plena.